Al ser una película de plástico “estirable”, el stretch film es un material altamente extensible, que se envuelve alrededor de los elementos, generando tensión. Al tener memoria, tiende a recuperar su estado original, manteniendo los empaques secundarios -o productos- fuertemente unidos. Debido a estas características, se ha convertido en un elemento muy útil para aplicaciones donde es necesario agrupar productos sobre pallets, o para agrupar productos a menor escala, que tengan la rigidez suficiente para envolverse con tensión.

Otra ventaja es que al aplicarse a partir de bobinas, su longitud es casi infinita, permitiendo cubrir grandes superficies sin necesidad de uniones que pudieran causar daño a los empaques o productos consolidados.

Por otra parte, su flexibilidad permite que el film se adapte a casi todo tipo de superficies, o genere puentes pasando por las zonas más sobresalientes de las cargas, adhiriéndose capa sobre capa, por su propia naturaleza.

Hoy en día, existen tipos de film stretch (como se conoce localmente) para aplicación manual o automática por maquinaria (en muchos casos robotizada); también existen films que disipan la estática.